EN LO QUE VA DEL AÑO SOLO UN CASO SE HA PRODUCIDOPor Jaime García Pérez
NAGUA, MTS:-Una muerte por feminicidio pasional, es la que se ha producido de enero a noviembre de este año, de acuerdo a los datos ofrecidos por la Oficina Provincial de la Mujer, siendo María Trinidad Sánchez la provincia declarada con la taza más baja de todo el país.
Las denuncias recibidas hasta la fecha totalizan 65, y son las mujeres quienes con frecuencia las hacen, aunque en ocasiones también hombres que son maltratados las hacen pero en menor porcentaje, aunque la mayoría de ellos no acude a querellarse por vergüenza.
Las denuncias que más recibe la Oficina de la Mujer, son por violencia física, consistentes en golpes y heridas.
La encargada de la Oficina de la Mujer, dijo que la provincia María Trinidad Sánchez ha sido declarada con la taza más baja de feminicidio de todo el país.
Señaló que aunque hay datos de los organismos internacionales que colocan a República Dominicana con una alta taza de feminicidio, en la provincia María Trinidad Sánchez no sucede lo que pasa en otras provincias donde el feminicidio y el maltrato están la orden del día.
Para la encargada provincial, el maltrato en toda su extensión, sea éste físico, psicológico o verbal, implica un circulo vicioso entre el agresor y la víctima, ambos con características de comportamiento muy específicas.
En el país, la violencia en muchas ocasiones ha sido vista como un asunto cultural. Cada uno de los dominicanos, en algún momento ha sido castigado con maltrato físico, conducta penalizada legalmente en otros países, `por lo que muchos especialistas ven el problema como una conducta aprendida desde la niñez que viaja con la persona durante toda su vida.
Consideramos que la violencia evidencia en todas sus manifestaciones, una lucha de poder que en muchas ocasiones puede llegar a causar incluso la muerte. Es raro observar una conducta agresiva por parte de una persona que su entorno no lo coloca como superior frente a su víctima del momento. Esto es lo que sucede cuando un hombre inicia un proceso de violencia contra su compañera, sea novia, concubina o esposa. En sociedades como la nuestra, donde existe una cultura machista, es común que suceda. Hombres que en inicio discriminan, llegan a violentar a sus parejas por distintas razones.
COMPORTAMIENTO DE FEMINICIDIOS DURANTE LOS MESES ENERO-NOVIEMBRE EN LA PROVINCIA MARÍA TRINIDAD SÁNCHEZ.
Hacia el marco histórico
El término feminicidio se conoce en el país desde mediados de los años ochenta cuando el Movimiento Social de Mujeres comenzó a utilizarlo. Tras la realización del primer estudio sobre el feminicidio en República Dominicana, a partir de una consulta en el país y con algunas de las feministas de la región, se optó por mantener este neologismo y conceptualizarlo como los asesinatosde mujeres por razones de género.
Se considera feminicidio como la forma extrema de la violencia contra las mujeres. A su vez esta forma de violencia la entendemos como específica, y derivada, tal como plantea la Convención interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, de “las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres.
En Centroamérica se comenzó a emplear en investigaciones, en particular en Costa Rica 1990-1999.
Casos más comunes
Tanto en Costa Rica como en República Dominicana se establecieron varias categorías de feminicidio:
Intimo: Son aquellos asesinatos cometidos por hombres con quien la víctima tenía o tuvo una relación íntima, familiar, de convivencia, o afines a éstas.
No íntimo: Son aquellos asesinatos cometidos por hombres con quienes la víctima no tenía relaciones íntimas, familiares, de convivencia, o afines a éstas. Frecuentemente, el feminicidio no íntimo involucra el ataque sexual de la víctima.
Intimo: Son aquellos asesinatos cometidos por hombres con quien la víctima tenía o tuvo una relación íntima, familiar, de convivencia, o afines a éstas.
No íntimo: Son aquellos asesinatos cometidos por hombres con quienes la víctima no tenía relaciones íntimas, familiares, de convivencia, o afines a éstas. Frecuentemente, el feminicidio no íntimo involucra el ataque sexual de la víctima.
Por conexión: Además del feminicidio íntimo y el no íntimo, existe una tercera categoría para clasificar las muertes por feminicidio. Con esta categoría se hace referencia a las mujeres que fueron asesinadas en la línea de fuego de un hombre tratando de matar o maltratar a una mujer. Este es el caso de mujeres parientes, niñas u otras mujeres que trataron de intervenir o que simplemente fueron atrapadas en la acción del feminicida.
Falta de políticas preventivas
El incremento de feminicidios, en general es el resultado de la transformación del país hacia una sociedad egocéntrica e individualista, sin que el estado tenga políticas destinadas a prevenir la violencia, consideró José Fermín, reconocido profesional de la conducta de Nagua.
El asunto es educar y prevenir; no intervenir cuando ya está el daño, insistió el especialista, quien además
recordó que la conducta agresiva no se forma en la adultez, sino en la infancia y a partir del historial de aprendizaje, que incluye los valores adquiridos en la familia y en la escuela.
Y es justamente en las instituciones destinadas a la formación de los infantes, como la familia, que el estado debe fomentar la enseñanza de conductas no agresivas, de equidad y tolerancia.
Probablemente estamos educando a nuestros hijos, niñas y niños, sobre la base de esa conducta de violencia, aunque el estado cuenta con instrumentos legales e instituciones para atender a víctimas de violencia, no estamos dando las políticas que se deben hacer de forma colectiva para prevenirla, advirtió.
Lamentó, que incluso, los servicios de psicología no forman parte de la atención primaria del sector salud, donde justamente debemos detectar los casos de personas que probablemente tienen dificultades psicológicas para poderlos referirlos al segundo nivel de atención.
Explicó que un acto de violencia extrema, como el asesinato de una mujer, no surge de forma espontánea, sino que tiene cierto nivel de planificación por parte del autor.
El hombre que comete un feminicidio ha tenido en su mente hacer ese acontecimiento y pese a que hay ciertos desencadenantes que le dan un impulso para cometer el homicidio, como los celos, el sujeto tiene ese tipo de comportamiento, siempre lo está planificando, destacó el especialista.
Por ello, Fermín insistió en la necesidad de que el sistema de salud asuma programas y políticas de atención para detectar a tiempo casos de agresión y de depresión que podrían culminar con el asesinato de una mujer, como ocurre con frecuencia.
El especialista recomendó que para reducir la violencia, la sociedad debe asumir un cambio colectivo de comportamiento, desde la familia, pues cuando educamos a nuestros hijos, debemos educarlos en equidad, así como educarlos para que aprendan a escucha y dar el ejemplo.
Además, subrayó que cuando una mujer decide formalizar una relación con un hombre, debe conocer a ese sujeto, así como tiene que conocer el origen de la familia de ese sujeto, cual es su comportamiento.
El asunto es educar y prevenir; no intervenir cuando ya está el daño, insistió el especialista, quien además
recordó que la conducta agresiva no se forma en la adultez, sino en la infancia y a partir del historial de aprendizaje, que incluye los valores adquiridos en la familia y en la escuela.
Y es justamente en las instituciones destinadas a la formación de los infantes, como la familia, que el estado debe fomentar la enseñanza de conductas no agresivas, de equidad y tolerancia.
Probablemente estamos educando a nuestros hijos, niñas y niños, sobre la base de esa conducta de violencia, aunque el estado cuenta con instrumentos legales e instituciones para atender a víctimas de violencia, no estamos dando las políticas que se deben hacer de forma colectiva para prevenirla, advirtió.
Lamentó, que incluso, los servicios de psicología no forman parte de la atención primaria del sector salud, donde justamente debemos detectar los casos de personas que probablemente tienen dificultades psicológicas para poderlos referirlos al segundo nivel de atención.
Explicó que un acto de violencia extrema, como el asesinato de una mujer, no surge de forma espontánea, sino que tiene cierto nivel de planificación por parte del autor.
El hombre que comete un feminicidio ha tenido en su mente hacer ese acontecimiento y pese a que hay ciertos desencadenantes que le dan un impulso para cometer el homicidio, como los celos, el sujeto tiene ese tipo de comportamiento, siempre lo está planificando, destacó el especialista.
Por ello, Fermín insistió en la necesidad de que el sistema de salud asuma programas y políticas de atención para detectar a tiempo casos de agresión y de depresión que podrían culminar con el asesinato de una mujer, como ocurre con frecuencia.
El especialista recomendó que para reducir la violencia, la sociedad debe asumir un cambio colectivo de comportamiento, desde la familia, pues cuando educamos a nuestros hijos, debemos educarlos en equidad, así como educarlos para que aprendan a escucha y dar el ejemplo.
Además, subrayó que cuando una mujer decide formalizar una relación con un hombre, debe conocer a ese sujeto, así como tiene que conocer el origen de la familia de ese sujeto, cual es su comportamiento.
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